Boris González Ceja1
Introducción
El trauma es un acto cognitivo que a lo largo de la historia del campo educativo se presenta como un problema relacionado con el aprendizaje y la enseñanza, observándose que los docentes no siempre se encuentran capacitados para detectar y canalizar a los discentes que cursan con un proceso traumático.
Así, los traumas han venido estudiándose de maneras heterogéneas, con procesos que van desde lo descriptivo y fundacional del concepto de trauma en el psicoanálisis freudiano, hasta llegar a las recientes investigaciones sobre las experiencias adversas en la infancia de la medicina estadounidense (Almaraz, 2024).
El trauma o las llamadas experiencias adversas en la infancia (ACE, por sus siglas en inglés) tienen saldos indeseables en diversos grados de afectación, donde pueden observarse problemas conductuales en la escuela, problemas de salud a nivel personal, y problemas emocionales a nivel individual (American Academy of Pediatrics, 2021).
Entender la complejidad del trauma requiere la intervención de las ciencias de la educación en su esfera cognitiva, buscando aplicar lo mejor de la moderna ciencia sobre los procesos del conocimiento, para buscar aplicarlos en la resolución de problemas sociales, como las que se presentan por las ACE, con una amplia reflexión sobre el conocimiento y el pensamiento actuales (Canguilhem, 1997).
La educación deviene como un factor inconsciente y velado en temas de detección, tratamiento y seguimiento de problemas relacionados con el trauma en espacios educativos, lo que lo convierte en un concepto complejo para delimitarlo en la práctica clínica y social.
En esta investigación se realiza una ampliación de los estudios sobre el concepto psicoanalítico de inconsciente, en sus relaciones con las modernas proposiciones de las ACE, propuesto por Burke (2021), realizando una evaluación con y de los cuestionarios rápidos de evaluación que tienen una amplía aceptación en distintos ámbitos educativos y clínicos, con una discusión en los recientes estudios que consideran el tema específico de su devenir en enfermedad crónica.
Como metodología se realiza una aplicación analítica de la teoría fundamentada en el tema del trauma y la educación contemporáneos, considerando el cúmulo de información práctica que existe sobre el tema principal, y que al ser complejo amerita una reflexión (Alarcón, 2017). También, se incluye una aplicación práctica del problema estudiado del trauma en el caso de las enfermedades crónicas, sus tratamientos educativos y las políticas públicas que los generan.

El trauma como proceso cognitivo
Es indudable que el trauma afecta a la cognición, pero las investigaciones sobre el trauma no han considerado cómo los procesos cognitivos afectan los hechos traumaticos, los generan, les dan fuerza o los suprimen.
El trauma altera las funciones ejecutivas, afectando la capacidad para planificar, desorganizando los pensamientos y los actos, imposibilitando o generando la toma de decisiones desorganizada, además de que los impulsos se vuelven descontrolados.
La memoria se afecta en la recuperación de recuerdos y dificultando en la formación de nuevos y gratificantes recuerdos. En ese mismo sentido, la concrentración y la atención se ven afectadas, sin poder bloquear distractores o generando distractores ficticios.
La percepción resulta alterada, con distorciones de la realidad, pensando peligros donde no hay. En ese mismo sentido, la regulación emocional se ve afectada con reacciones emocionales exageradas o con entumecimiento emocional.
La presente investigación nos enseña también que los procesos cognitivos también brindan sostén al trauma, generando un sentido de pertenencia o de aborrecimiento de un acto relacionado con el hecho violento, generando que perdure el acto como un proceso cognitivo en serie.
Educación y Experiencias Adversas
La educación es un proceso que busca generar condiciones de superación y mejora en la vida de las personas, pero muchas veces es un espacio donde se generan experiencias adversas, no se reconocen las experiencias adversas en la infancia y se dejan pasar a las personas sin atención de sus traumas, replicando y camuflajendo los problemas, sin atención profesional.
Son varias las iniciativas que se tienen para buscar mejorar los procesos de salud mental en las escuelas, sin tener un resultado real en la vida de los alumnos y sus docentes. Lo que es peor, en paises latinos como México, la corrupción afecta de manera directa al sistema educativo y a la impostergable necesidad de brindar atención psicológica profesional en espacios aulicos. La epistemología aplicada para entender el trauma, se basa en la teoría fundamentada, que se refiere al análisis de datos generados por un conjunto selecto de textos científicos que versan sobre el mismo tema, en este caso sobre el trauma y educación, observando sus sesgos y creaciones inéditas.

Instrumentos para hablar de trauma
Abordar temas como el trauma en el campo educativo suele ser dificil y generar cierto escozor o desazón que generan más problemas que soluciones, por lo que se cuenta con diversos instrumentos para su acceso en espacios aúlicos, con aspectos positivos y negativos.
De manera positiva, los cuestionarios o tamizajes permiten tener un primer acercamiento al problema de manera cuidada y premeditada, suelen ser de fácil aplicación y permiten un ahorro económico para las personas y las instituciones.
Los aspectos negativos son diversos, desde que pueden generar información errónea con personas que no tengan preparación para darle seguimiento a su aplicación, ya que no sólo es detectar sino atender los problemas adyacentes al trauma en la escuela, hasta generar crisis por malinterpretación.

Es llamativo que la educación en el trauma sea una constante en toda la historia de las civilizaciones, pero se le ha dado poca importancia, una importancia velada que genera estragos.
Como política pública, los procesos educativos para la atención del trauma se encuentran abandonados, dejando en indefensión a miles de personas, tanto estudiantes como profesores y personal administrativo que ha vivido procesos traumáticos y no han tenido la atención adecuada.
La educación requiere entenderse en su amplio campo de experiencias cognitivas, que puede ir desde aspectos escolarizados hasta procesos donde la educación para la salud con población abierta genera saldos indeseables, como la multiplicación de problemas de salud por pobres procesos educativos.
Conclusiones
La educación en el trauma tiene una importancia capital, ya que no es posible entender su devenir sin considerar sus aspectos cognitivos, como espacio de afectación final y como generador de procesos para su sostenimiento, permitiendo su conocimiento.
Los procesos educativos requieren consolidarse, ya que actualmente no existen políticas públicas que permitan avanzar a nuestra incipiente democrácia. Uno de los indicadores del fracazo de las autoridades educativas es justamente en la falta de psicólogos para atender a las personas en espacios educativos, o al menos para detectar a las personas que tienen una experiencia adversa en la infancia que les genere conflicto en su trayecto educativo. La educación para la salud también es un campo que requiere estudiarse con mayor detenimiento para comprender sus alcances y limitaciones, donde se replican enfermedades que pueden y deben atenderse desde las ciencias cognitivas.
Referencias bibliográficas
Alarcón, A., Munera, L., & Montes, A. (2017). La teoría fundamentada en el marco de la investigación educativa. Saber, Ciencia Y Libertad, 12 (1), 236–245. https://doi.org/10.18041/2382-3240/saber.2017v12n1.1475
American Academy of Pediatrics (2021). Experiencias adversas en la infancia: manejo del estrés y desarrollo de resiliencia. https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/emotional-wellness/Building-Resilience/Paginas/ACEs-Adverse-Childhood-Experiences.aspx
Burke, N. (2021). El pozo más profundo. Sanar los efectos a largo plazo de las experiencias infantiles adversas. Eleftheria.
Canguilhem, G y Palau Castaño, L. (1997). El cerebro y el pensamiento. Universidad Nacional de Colombia. https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/29850/15946-49175-1-PB.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Almaraz Castruita, D. A., Téllez López, A., Valdez Tamez, A., Sánchez-Jáuregui, T., & Juárez García, D. M. (2024). Experiencias Adversas en la Infancia y su Asociación con Malestar Psicológico y Óptimismo en adultos. Psicumex, 14(1), 1–21. https://doi.org/10.36793/psicumex.v14i1.684
Agradecimientos
Se agradece a la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario por sus facilidades en la preparación de la investigación.
Datos de Autor
- Psicólogo experto en salud mental, ganador del premio de ciencia 2022, otorgado por el Gobernador de Michoacán, Secretario General de la Asociación Mexicana de Psicología y Desarrollo Comunitario.
Contacto: [email protected]
Web: www.psicologiaydesarrollocomunitario.com
ORCID https://orcid.org/0000-0002-3361-2308 ↩︎