David García Villegas
Actualmente en el mundo estamos observando distintos tipos de sistemas educativos, algunos novedosos, modernos, otros anticuados. Sin embargo, el modelo ideal aún no existe, pero podemos observar las necesidades y problemáticas actuales tales como; basura, contaminación, pérdida de oficios, artes, ciencias (como astronomía, ciencias naturales, sociales, física, y matemáticas desde un enfoque más práctico) también la falta de educación emocional, financiera y ambiental. Algo que también se puede observar dentro de una problemática general es una desconexión del ser humano de su entorno, apatía e individualismo.
El problema principal que observamos es la desvinculación con la naturaleza. Se puede observar cuando personas de la urbe desconoces muchas actividades que se realizan en el campo, o los niños que desconocen la procedencia de los alimentos, pensando que la leche o las verduras vienen de los super mercados. Y en el campo no se encuentra una contextualización e identidad de su propio entorno, lo que genera una desvalorización del recurso primario para el desarrollo de los seres humano: alimentación con la agricultura, recursos forestales, hídricos y animales, todo esto se aprecia como algo separado a nosotros. En México el sistema educativo que regía aún estaba enfocado en ciertos modelos pasados como la tarea en casa de forma sobrecargada, traída por Maximiliano de Habsburgo en 1864, donde los niños y jóvenes dedicaban largas horas a entregar tareas y se preocupan más por finalizar un trabajo en vez de aprender en el proceso, es decir ya son teorías que no funcionan al ritmo actual y principalmente a las problemáticas presentes, ya que si estamos tan enfocados con carga de trabajo que no permite la reflexión, pensamiento crítico y aprendizaje práctico, estaremos en un ritmo menor del que mueve al mundo con los cambios presentes.
En la actualidad se están comenzando a retomar las labores en el campo, impulsando a los campesinos con nuevos sistemas agroforestales, los cuales tienen un impacto positivo en el medio ambiente y en su economía, así como jóvenes de la ciudad que quieren volver a adentrarse a estos conocimientos tan fundamentales de nuestra cultura; la agricultura.

Grupo de personas urbanas aprendiendo a cultivar la Milpa
Hay distintos campos donde se observa una problemática grave, comenzando por el tema de la contaminación y la basura. Actualmente venimos arrastrando una cultura del consumo y desecho, esto viene desde la revolución industrial, momento donde los productos fabricados a mano comenzaron a industrializarse y producirse en masa. Luego 100 años después hemos visto como la producción se ha comido la capacidad propia del consumo humano, con la finalidad de obtener más ganancias. Esto está documentado y se llama, obsolescencia programada.
El problema que esto genera es una acumulación enorme de desechos, todo tipo de basura, más de la que se puede procesar. Aunado a este problema el humano tiene muy poca o nula idea de reutilizar y reciclar, por el mismo problema de que no necesita hacerlo, ya que, si necesita algo, lo compra nuevo. De la mano a esta situación tenemos que las personas han perdido la capacidad de crear sus propios artículos, esto es precisamente por la misma comodidad que da el hecho de poder comprar lo que necesiten, pero esto va despojando al individuo de una creatividad intrínseca lo cual lo lleva a sentirse incapaz de valerse con sus habilidades. Se volvió dependiente del dinero y fue eliminando de su interior ese ingenio creador, ya que, en el mundo moderno, “aparentemente” no lo necesita, se volvió un “sabio ignorante” (Gasset 1927, p. 68).
Entonces resumiendo, tenemos 4 problemáticas principales:
1. La contaminación a través de la basura generada por la producción y consumo. 2. Destrucción de entornos y recursos naturales.
3. Perdida de las habilidades creadoras humanas y con ello su propia capacidad crítica de estudio e investigación.
4. La alienación que han producido todos estos procesos.
Existe un factor social poco visto pero muy importante; la individualización del sujeto y su incapacidad de tener empatía y ver por su prójimo, cerrándose en una caja arquitectónica atrincherándose y cortando lazos sociales sanos, así como perdiendo la capacidad de agradecimiento por lo que llega a obtener, viéndose el mismo como el único responsable de su bienestar, olvidando que para obtener un plato de comida, aunque él individuo trabajó para sacar dinero, este mismo no le serviría de nada si alguien en la cadena de producción falla. Por ejemplo, si el agricultor no siembra, el dinero para comprar el plato de comida no serviría, y esta desconexión es la que considero más importante, ya que la sencillez del Ser, es lo que nos ayuda a brillar mucho más, haciéndonos ver que todos somos importantes.
Otra problemática directa e indirecta (para este caso de estudio, ya que hay muchos espacios que si funcionan) son los espacios donde se desarrolla el humano, los espacios que habitan, las zonas donde aprende (escuelas) y los ambientes donde se recrea. Todo esto es influencia para los problemas descritos con anterioridad. Qué sucedería si en un hogar se elimina la sala de estar aplicando otro espacio de esparcimiento familiar donde la televisión no esté implícita, y se coloca un área de pintura, lectura, música, etc.
Sin embargo, este tipo de planteamientos no solo son para la arquitectura, también para el sujeto que va a habitar, es necesario que su dinámica social esté transformándose para que los procesos de cambio arquitectónico no sean tan bruscos y de esa forma el ser social no busque adaptar nuevamente los nuevos espacios a viejas conductas que provienen del sistema de consumo y producción.
Ya que si esto no sucede, al adaptar como en el ejemplo anterior, la sala de tv, a una sala de arte, lectura, o música, en poco tiempo la tv, volverá a su lugar y lo demás arrumbado.
En el planeta nos encontramos con un desarrollo ideológico puntual a partir de la época industrial; el avance tecnológico. Sin embargo, este avance no puede darse espontáneamente o sin la implicación de todo el espectro social, ya que, para lograr distintos desarrollos, estos tienen que satisfacer las necesidades poblacionales y con ello comenzó un proceso de comodidad para el humano, al tener completamente a la mano cualquier cosa que necesite, con una llamada o una pantalla, puede solicitar cualquier producto, hasta la puerta de su casa, sea necesario o no. Y esto aparentemente ha sido un indicador de “progreso” y “desarrollo” sin embargo está dejando a las personas sin ciertas habilidades para la vida.
Según el autor José Ortega y Gassete en su libro “la rebelión de las masas” habla de la “barbarie del especialísimo” donde se hace énfasis en que el humano se ha vuelto especialista y esto ha hecho que ignore contextos, temas que enriquecen su crecimiento, esto se puede ver claramente en la actualidad, donde el medico solo sabe de medicina, el abogado de leyes y el artista de arte, y si especializamos más, la problemática se vuelve enorme, ya que se forman “sabios ignorantes”. Esto con el tiempo toma un impacto como se mencionó anteriormente de “desarmar” al individuo, quitándole su función creativa y crítica, desconectándolo de su naturaleza para volverlo aparentemente una máquina, que responda a horarios y obtenga recompensas, volviendo su vida monótona.
Un hombre masa, que destruye los ecosistemas naturales, a su vez no sabe vivir de forma sostenible, lo cual vuelve la sociedad frágil e inestable, sin identidad y manipulable.
Bajo la premisa de la problemática que estamos viviendo, formulamos una propuesta metodológica basada en la permacultura y la agricultura sostenible, la cual busca atender estas necesidades: la sostenibilidad, el manejo de recursos, nuevos, reciclados y reutilizados, autoconocimiento humano por medio de su “reconexión” con la creatividad, pensamiento crítico, y finalmente generar economía para su desarrollo.

Profesores de primaria y secundaria aprendiendo a sembrar hortalizas.
Todo esto es necesario configurarlo desde una corriente de pensamiento completamente distinta a la que estamos acostumbrados; ser conscientes de lo que consumimos, en vez de tener un guardarropa lleno de prendas que muchas veces no utilizamos, tener uno con las prendas que a consciencia vamos a utilizar para nuestro correcto funcionamiento social, psicológico y ambiental, teniendo libertad para elegir a consciencia.
Buckingham menciona que el modelo económico actual crea falsas necesidades y motiva a las personas a comprar cosas que no necesita, lo que a su vez provoca una búsqueda eterna e inacabada de felicidad y satisfacción a través de las compras generando mayor consumo.” Esto sin embargo puede impactar la mente de muchos, al grado de generar un rechazo, es por eso importante forjar principalmente una identidad (ecoformación) con respecto a cómo estamos viviendo; destruyendo sin dejar posibilidades a nuestras futuras generaciones, es necesario identificarnos con lo que realmente es importante para vivir una vida plena y gratificante, sin imposición y más bien con decisión.
Referencias Bibliográficas:
- Buckingham D. (2013) La infancia materialista. Ediciones Morata, S.L https://www.gob.mx/profeco/es/articulos/obsolescencia-programada-disenados-para-morir?idiom=es
- José Ortega y Gasset (2016) – La rebelión de las masas – Editorial universitaria – https://letrasparavolar.org/libros/archivos/ensayo/07.pdf
- Ortega y Gasset J. (1927) – La rebelión de las masas – Edit. La guillotina
Autor
David García Villegas; Doctorando en Educación, Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación “José María Morelos”, correo [email protected] y https://orcid.org/0009-0008-0105-7611